Eran los días de Julio del 2011, y el pocas veces oportuno y eficiente Parlamento de los
EEUU, discutía la forma como reducir el
ritmo de crecimiento del déficit fiscal del único País desarrollado y altamente
endeudado que no había llevado a cabo a nivel federal un programa de austeridad
por mínimo que sea, incluso muchos lo hicieron de manera voluntaria como Alemania
o Gran Bretaña, que quisieron demostrar su responsabilidad, antes de ser
“amenazadas” por alguna rebaja de calificación.
Así es señores, como parte de los esfuerzos por salir de lo
peor de la crisis financiero del 2008,
todos los países del mundo y sobretodo los desarrollados, lanzaron grandes
estímulos fiscales, que agrandaron sus déficits, y acumularan aún más deuda.
Todos lo hicieron, pero los más endeudados tipo los de Europa, rápidamente el
2010, ya daban pasos para reducir su insostenible gasto fiscal, sin embargo
EEUU, no lo hizo.
Volviendo al principio, en esos días de Julio del 2011, no
había solución a la vista, la viejas desidias, ideologías, terquedad e
intereses políticos, no lograban que ningún bando de su brazo a torcer, los
demócratas no querían reducciones en el gasto, y los republicanos por otro lado
se oponían a cualquier subida de impuestos.
Al final, la clásica, patearon la lata
para más adelante, dejaron lo difícil para el mañana, no querían
aparecer como los malos de la película y al final dejaron todo igual. Este fue
uno de los motivos que derivo en la bajada de calificación de S&P por esos días, con la pérdida del AAA.
Sin embargo, como una forma de obligarse y comprometerse a
hacer lo que debían hacer, es decir reducir los gastos y/o subir los impuestos,
decretaron que para el 1 de Enero del 2013, sucedería lo necesario, el dolor,
una fuerte baja en los gastos en diferentes sectores, defensa sobretodo, sumado
a una eliminacion de rebajas tributarias, como a planillas o al Medicare, y por
otro gran lado, subida de impuestos para todos, como se acababa la rebaja a
impuestos por ingresos, dado por Bush a
principios de siglo, Esto es el llamado Abismo Fiscal. Todo esto acumula unos
600 bill$ o un 4% del PBI, en efecto directo,
pero es mucho mayor considerando todas sus consecuencias y contagios.
EL daño en la economía puede ser grande, muchos analistas
gringos dicen una recesión de 1% en el primer semestre del 2013, otro más,
otros menos. Y peor aún, casi no hay tiempo para corregir y perfilar de mejor
forma estos cambios, ya que los parlamentarios no se van a comprometer a nada,
peor si es doloroso, hasta después de las elecciones del 6 de Noviembre. A
partir de allí hasta que se instalen los nuevos miembros del senado y la cámara, recién se verá el
tema.
El tema es crucial para la economía mundial, sin embargo
para algunos no va pasar nada o casi. Los inversores siguen comprando cerca a
precios máximo acciones, el consumidor de EEUU casi no sabe del tema, está más
preocupado en quien será el presidente, los economistas lo siguen advirtiendo,
pero los que se han tomado el asunto en serio son los CEOs de las grande
empresas que han desacelerado o detenido inversiones de largo plazo, bajando el
gasto en el capex, como la inversión en activos fijos, así como contrataciones
de largo plazo, a la espera de una panorama más esclarecedor.
Bueno, en Bobabolsa hemos visto de todo, así que el
escenario final de lo que llegue a pasar es muy difuso, en pocas palabras puede
suceder de todo, quizá nos despertemos el 2 de Enero, y todos los recortes y
subas entren en vigencia, quizá semanas después, pase de ser un abismo fiscal a
solo un bache fiscal, y se posponga una parte del dolor para adelante, o quizá
se posponga todo. Muchos ven al oro como un refugio, pero yo me recuerdo del
subprime y la caída generalizada de todos los activos de riesgo, al final el
epicentro puede estar en los EEUU, pero los destrozos muy lejos de sus
fronteras.
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