Me niego a aceptarlo, y creo que nunca lo asumiría, sin
embargo hace semanas apareció una encuesta de Datum, que hizo que se remecieran
todos los cimientos, donde estaban fundamentadas mis opiniones.
Preguntas como
En su opinión, ¿es positivo o negativo para el país que el
Estado intervenga en el mercado y la economía?
Las respuestas fueron, Positiva 63%, Negativa 28%, NS NO 9%
En su opinión, ¿el gobierno debería seguir aplicando la hoja
de ruta de la 2ª vuelta electoral o debería implementar la gran transformación
propuesta en la 1ª vuelta electoral?
Las respuestas fueron, La Hoja de ruta 41%, La Gran
transformación 40%, NS NO 9%
El Peru vivio en los 70s y sobre todo los 80s, una época muy
traumante, donde estas dos ideologías, se alternaron e incluso compartieron,
tanto en el gobierno, como en movimientos civiles y otros violentistas. Sin
duda estas décadas nos enseñaron grandes cosas, el sufrimiento vivido, gracias
a este tipo de políticas, fue alto o demasidado alto, Estancamiento económico,
Hiperinflacion, violencia terrorista, desconfianza y desesperanza, etc, que
lograron que el nivel de bienestar de la población sea paupérrimo. Las generaciones
que vivimos esos años lo sabemos, pero al parecer las nuevas no entienden el
peligro de estas políticas e ideologías, en su subconsciente, no esta el trauma
que nosotros pasamos. Elllos, los jóvenes, lo ven con un sentido romantico, de
disrupcion, de “justicia social”, no esperemos que otro trauma los haga entrar
en razón, como a gran parte de nuestra generación.
Fuera de lo anterior, la izquierda siempre ha tenido un
core, una base solida y fundamentalista, que no importa las razones siempre van
a votar en este sentido. Esta base esta entre el 25% y 33% de el electorado,
esperemos que no se ensanche. A ellos es difícil hacerles cambiar o que entren
en razón, dentro de su mente y sobretodo corazón, esta la pasión por su paraíso
socialista. Sin embargo los jóvenes… Por ahí, alguien me decía, lo único bueno
de tanta Universidad Particular de dudosa calidad, es que muchos ya no pasan
por ciertas Universidades Estatales, donde la influencia y el adoctrinamiento
Izquierdista aun prolifera.
Pasando a lo nuestro, el riesgo de respuestas como las
anteriores, es que nos podamos convertir en una versión light, de la “Nueva
Izquierda Sudamericana”, sin la oposición y rechazo de la población, sino con
su beneplácito; sin embargo la oposición frontal y casi mayoritaria a la compra
de Repsol (desacuerdo con compra 54%, acuerdo con compra 37%), aun da para la
esperanza. No estamos seguros de que la misma fortaleza que se dio con Repsol
se repita en el futuro, nos preocupa que por otro lado Nadine siga liderando
las encuestas para el 2016, en una señal de continuismo típica de estas ideologías.
No podemos llegar a conclusiones claras y peor dar un
veredicto certero. Solo hemos tomado algunas cifras y algunos conceptos que teníamos,
pero esto va dar lugar a un análisis completo que tome en cuenta todas las
variables relevantes y su ponderación, para como nosotros decimos, tratar de
esbozar el futuro. Las elecciones del 2011 las gano un partido con tendencia
izquierdista y estatista, la población escogió este camino, eso es algo que no
debemos olvidar.